David Sánchez Infante nació en
Sorochuco, provincia de Celendín, en la región Cajamarca, el 27 de noviembre de
1896; sus padres fueron don Manuel Trinidad Sánchez y doña Nicolaza Infante.
Estudió sus primeras letras en su
pueblo natal, terminando su primaria en Celendín, en el Liceo “El Progreso” en
donde de joven modela definitivamente su vocación y carácter bajo el espíritu
orientador del maestro Ortiz Montoya.
Posteriormente, en el Liceo “El
Progreso” llega a desempeñar la docencia. Él, a esta etapa de su vida, siempre
la recordaba con toda emoción y cariño porque seguramente era como una antorcha
interna que marcaría por siempre los derroteros de su destino.
Sus estudios secundarios los realizó
en el colegio “San Ramón” de Cajamarca, continuando sus estudios superiores en
la universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima y siguiendo la carrera profesional
de derecho.
Poco más tarde optó el grado de bachiller con
su documentada y esmerada tesis “Nuestras Prisiones”, obra labrada a través de
sus experiencias en las prisiones a las que fuera destinado por defender los
sacrosantos ideales de democracia y libertad.
Fundador y creador por antonomasia se
caracterizó por su desmedido afán de enseñar, convencido de que no de otra
manera podría cumplir mejor su vocación y destino. Así, en el año 1922, en la
hacienda Cayaltí, fundó la primera escuela nocturna del Perú. En 1923, cuando
aún era estudiante, funda el “Centro Celendín” y el órgano periodístico
“Integridad”.
Para costearse los estudios ingresa
a la docencia particular que después lo amplía en el Asilo Central de
Huérfanos. En 1932 es designado profesor de Psicología en el Colegio Universitario
de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Allí fue uno de los miembros
encargados de bosquejar y organizar el plan de estudios.
En el año 1934 llega a San Pedro de
Lloc, Pacasmayo. El diario “La Unión” le brinda sus páginas y publica numerosas
colaboraciones con ensayos y artículos de índole educacional, los que eran
leídos con avidez por la población pacasmayina por su bien lograda y amena
prosa.
En este lapso desarrolla una de sus
más laboriosas y encomiables etapas de su vida pues en 1935 es uno de los
gestores, organizador y fundador del colegio particular “Pacasmayo” donde fue
su primer y gran director.
En San Pedro de Lloc llegó a ser el
consultor, mentor y el guía espiritual de sus discípulos; su labor traspasó los
límites del plantel donde educaba pues era requerido constantemente por
docentes, padres de familia y estudiantes de los distritos vecinos para tener
de él orientaciones y consejos referidos a problemas de aprendizaje,
orientación vocacional, disciplina y normas en el hogar, etc.
Fundó además el Comité Pro Bien
Popular y el comité Pro Cultura Popular de San Pedro de Lloc. Fue el que inició
las audiencias culturales a través de la emisora local, la que fue adquirida para
uso del pueblo en su corto y fugaz cargo de Síndico de Rentas del Concejo
Provincial.
David Sánchez Infante fue maestro,
abogado, periodista poeta y sociólogo; su nombre no solamente está ligado al
magisterio y periodismo pacasmayino, sino que se proyecta en el ambiente
nacional.
Fue quizás el primero en el Perú que
sugiere el establecimiento del “Día del Maestro” en su artículo del primero de
febrero de 1927 en el periódico “Integridad” de Pacasmayo.
En esta provincia es el iniciador de
la formación de la Asociación Provincial de Maestros Primarios de Pacasmayo, de
la que fue entusiasta y eficiente directivo.
La figura de este auténtico y
abnegado educador ha llevado a los hombres y mujeres de San Pedro de Lloc a
honrar a la Escuela Normal Mixta de este pueblo con su nombre como un recuerdo
y reconocimiento a tan noble hombre de bien. David Sánchez Infante constituye
el ejemplo epónimo de trabajo, disciplina, cumplimiento del deber, moral y
abnegación.
En 1937 deja la dirección del Colegio
“Pacasmayo”, convertido hoy en Gran Unidad Escolar “José Andrés Rázuri”, y pasa
al llano del magisterio hasta 1940. En 1941 vuelve a Celendín en pos de
descanso, pero los pobladores de esa tierra, conocedores de sus altas dotes de
maestro y sobre todo de organizador y creador, lo emplazan moralmente para que,
como hijo de la provincia, tome la dirección del Colegio de Celendín.
Aceptó dirigir este plantel y cuando
de su acción e inteligencia se esperaba mucho, la muerte lo sorprendió el 29 de
diciembre de 1942, dejando imperecederos recuerdos en las tierras pacasmayinas
que hoy aclaman su memoria.
Sepelio del maestro David Sánchez Infante en su natal Celendín, Cajamarca.